Pero lo que nadie parece ver, es que a diferencia de la enfermedad u otros procesos, el proceso de envejecimiento lo vamos a sufrir todos sin distinción alguna. Por eso a mi desde siempre se me han enseñado y yo he interiorizado, que debemos tener un respeto absoluto hacia las personas mayores. Y cuando hablo de respeto, también me refiero a solidaridad intergeneracional, que aunque si nos acompaña la suerte, durante la juventud, es posible que casi no necesitemos del sistema de bienestar social y de sus coberturas, ello no significa renunciemos a el.
Trabajemos duro, y resistamos las adversidades, y si no preguntemos a cualquier anciano que nos rodea, el cual nos podrá dar sin duda lecciones de como se superan tiempos tan malos o inclusos peores que los de ahora, pero en los cuales jamas faltaban el respeto a sus mayores y por su puesto nunca los dejaban abandonados a su suerte.
Porque sin duda, una sociedad que se respeta a sus mayores, se respeta a si misma.
Va de Gerontología
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